De las vallas simples a los sistemas complejos
Los cerramientos de protección son sistemas especiales de paredes divisorias, cubiertas o cabinas que encierran de forma segura máquinas e instalaciones o incluso sólo partes del sistema relevantes para la seguridad, con el fin de minimizar el peligro que puede emanar de ellas.
Incluso una máquina en reposo presenta riesgos, como bordes afilados, superficies rugosas o aberturas. Las máquinas en movimiento son más peligrosas si se espera el desarrollo de polvo, chispas que vuelan o virutas que se arremolinan.
Los recintos de seguridad especialmente adaptados al lugar y que separan sistemáticamente a las personas de las máquinas pueden minimizar los peligros que éstas representan. Por este motivo, deben utilizarse siempre que las máquinas y los sistemas supongan un peligro para los empleados, pero también cuando las máquinas deban protegerse de la intervención humana o de las piezas voladoras.
El acceso a las máquinas puede garantizarse mediante puertas especiales que, en función de las necesidades, están equipadas con un dispositivo de seguridad, por ejemplo, para apagar la máquina. Pueden ser vallas de seguridad vigiladas eléctricamente o vallas de seguridad con barreras luminosas. Los cerramientos de seguridad se pueden adaptar de forma muy flexible a los requisitos respectivos de la planta.
En algunas plantas basta con una simple valla de malla, mientras que otras requieren un sistema complejo que incluya la "protección del guerrero", que es una construcción formada por listones y fuelles. Especialmente para las máquinas-herramienta, por ejemplo, existen los llamados recintos de protección "a prueba de balas" que sellan completamente la máquina del mundo exterior y garantizan así una producción segura y sin perturbaciones. El acceso a la máquina puede realizarse a través de puertas correderas, plegables, elevables o enrollables, según sea necesario.
Las nuevas tecnologías generan nuevos campos de acción
Las tecnologías siempre nuevas exigen una adaptación constante de las medidas de seguridad laboral en todos los ámbitos del proceso de valor añadido. Los sistemas complejos de producción y logística generan constantemente nuevos campos de acción para la salud y la seguridad en el trabajo.
En Alemania hay unos 15 millones de empleos en la industria manufacturera. Trabajos que seguirán cambiando en sus procesos debido a la digitalización, trayendo consigo máquinas y sistemas siempre nuevos. La inteligencia artificial también va a reconfigurar este mundo laboral. La seguridad y la protección de la salud de los empleados, pero también el mantenimiento del buen funcionamiento de las máquinas, los sistemas y los robots, pueden satisfacerse con recintos de protección adecuados.
Dichos dispositivos de protección están expresamente exigidos por la ley. El anexo I de la Directiva 2006/42 de la Unión Europea establece las normas mínimas de seguridad y protección de la salud en relación con el diseño y la construcción de máquinas y sistemas. Su objetivo es garantizar que las máquinas y sistemas comercializados y explotados en la Unión Europea tengan en cuenta determinadas normas de seguridad en el momento de su construcción. Por ejemplo, la directiva estipula, entre otras cosas, que deben tomarse precauciones para proteger a los trabajadores de las piezas que caen de la máquina o son expulsadas por ella. Los recintos de seguridad cumplen estos requisitos en todos los sentidos. Están disponibles en una amplia variedad de diseños, adaptados con precisión a las necesidades de cada empresa.